La Interpretación Musical
El estudio de la historia de la interpretación es un tema relativamente reciente. ¿Por qué disponemos de manuales que tratan de la historia de la música, la teoría musical, la armonía,... pero no son tan abundantes los que tratan sobre la historia de la interpretación? La respuesta podría parecer obvia y simple, pero es harta complicada. Desde que la música pudo ser registrada, es decir, grabada, a partir de finales del siglo XIX, disponemos de documentos sonoros que nos aproximan a cómo en esa época se interpretaba una determinada música. Ahora bien, hemos de tener en cuenta que ese registro se realizó según una tradición interpretativa que puede no parecerse a una anterior o posterior. Lo ejemplificaré con una obra por todos conocida como la 5ª Sinfonía de Beethoven. Mediante fuentes escritas podemos conocer cómo se interpretaba en la época en la que fue compuesta, mediante la grabación podemos conocer cómo se interpretaba dicha sinfonía en el momento en el que fue grabada y mediante la asistencia a la sala de conciertos podemos escucharla en el momento que es interpretada. ¿Similares interpretaciones? Seguramente no. ¡Pero la partitura es la misma! Esto nos confirma que debemos tener en cuenta que la partitura nos aproxima al hecho musical pero no es el hecho musical en sí mismo. La interpretación depende de multitud de factores, como son las tradiciones interpretativas o la visión que un intérprete sea instrumentista o director tiene de una obra determinada. ¿Todo vale, entonces? No. Una determinada interpretación se justifica por medio del conocimiento que el intérprete posee de una obra. Si no hay conocimiento, lo más probable es que a lo largo de la interpretación observemos incongruencias y falta de unidad de criterio.